Sintonia Alfa - Alquimia (Andreas Faber-Kaiser, André Malby)

Programa de radio: Sintonia Alfa
Capítulo: Alquimia
Presentador: Andreas Faber-Kaiser
Invitados: André Malby
Fecha de emisión: 19/05/1989, 24:00-02:00
Emisora: Catalunya Ràdio

Este capítulo de Sintonia Alfa, emitido a mediados de 1989, está dedicado misterioso tema de la alquimia y la filosofía hermética. Con André Malby como absoluto protagonista, este programa de Andreas Faber-Kaiser expone los detalles sobre lo que es y lo que no es la alquimia, sobre lo que puede esperarse de ella y sobre los espectros que abarca este disciplina, que está muy lejos de buscar únicamente transmutar los metales en oro.

Extracto: «La transmutación espiritual es el objetivo final del arte real, la muy antigua ciencia de la alquimia. Este arte secreto, que también se denomina filosofía hermética, guarda en textos esotéricos y en figuras jeroglíficas, el poder de penetrar hasta los secretos mismos de la naturaleza, de la vida y del amor, de la unidad, de la eternidad y del infinito. El éxito o el fracaso en esta búsqueda depende de uno mismo. Así, el auténtico alquimista se convierte en un ser completamente nuevo. Conviene tener presente, en este contexto, que el beneficio personal convierte la práctica de la alquimia en magia negra y que la fabricación de oro es sólo un trabajo preliminar. La alquimia se estudia bajo tres aspectos diferentes que admiten muchas interpretaciones: el aspecto cósmico, el aspecto humano y el aspecto terrestre. Estos tres métodos eran típicos de las tres propiedades alquímicas: el azufre, el mercurio y la sal. Diversos autores han declarado que son 3, 7, 10 y 12 personas diferentes, pero todos coinciden en que existe un solo objeto visible de la alquimia, que es la transmutación de los metales en oro puro. Es indudable que la transmutación de los metales inferiores en otros más apreciados se efectúa en la naturaleza, pero éste es sólo un aspecto de la alquimia, el terrestre o meramente material. Existe otro más trascendental puramente psíquico y espiritual. El alquimista u ocultista resta importancia al oro de la tierra y dirige todos sus esfuerzos a la transmutación del cuaternario inferior en el ternario divino superior del hombre. Los cuales, cuando finalmente se unen, se constituyen en uno solo. Los niveles espiritual, mental, psíquico y físico de la existencia humana, se comparan en la alquimia a los cuatro elementos: el fuego, el aire, el agua y la tierra. Cada uno de ellos, puede presentar una triple constitución, es decir, fija, inestable y volátil. Cabe decir que existen dos alquimias, una auténtica y otra falsa. La verdadera alquimia es la ciencia y arte de hacer un polvo fermentativo que transmute los metales imperfectos en oro y que sirva, además, como remedio universal a todos los males naturales de los hombres, animales o plantas. La falsa alquimia se puede definir diciendo que es el arte de hacer miserable, tanto físicamente como moralmente, al hombre. La verdadera tiende a perfeccionar los metales y a conservar la salud, la falsa destruye los metales y aniquila la salud. La alquimia auténtica utiliza los agentes de la naturaleza e imita las operaciones, la falsa se basa en principios erróneos y utiliza como agentes los destructores de la naturaleza. La primera obtiene, de una materia vil, y en pequeñas cantidades, una sustancia preciosa, mientras que la segunda obtiene de una sustancia preciosa, el oro, una materia despreciable, humo y cenizas. El resultado de la verdadera alquimia es la rápida curación de todas las enfermedades de la humanidad, el resultado de la falsa son los mismos males que destruyen ordinariamente al hombre. Los auténticos alquimistas no hacen gala de su ciencia ni quieren el dinero de los demás, ya que para ellos está muy claro que, quien todo lo posee, nada necesita.»