El Apocalipsis (Kaliyuga) - La Noche: El Mundo por Montera (TVE 1989)

El Apocalipsis (Kaliyuga), La Noche, André Malby y Fernando Arrabal

Programa de televisión: La Noche: El Mundo por Montera
Capítulo: El Apocalipsis (Kaliyuga)
Presentador: Fernando Sánchez Dragó
Invitados: André Malby, Fernando Arrabal, Félix Gracia Plou, Antonio López Campillo, Luis Maggi, Mario Satz e Isidro Juan Palacios
Fecha de emisión: 5 de octubre de 1989
Canal de televisión: TVE

Programa de «La Noche: El Mundo por Montera» emitido el 5 de octubre de 1989, presentado por Fernando Sánchez Dragó y con la colaboración de André Malby, Fernando Arrabal Terán, Félix Gracia Plou, Antonio López Campillo, Luis Maggi, Mario Satz e Isidro Juan Palacios como tertulianos. Si bien el programa estaba dedicado al «Kaliyuga y el Apocalipsis», debido a la inolvidable actuación de Fernando Arrabal, sería conocido en toda España como «La Noche del Milenarismo».

La presencia de Fernando Arrabal fue la que más llamó la atención por aparecer en el plató, aparentemente borracho y totalmente descontrolado. Balbuceó palabras y argumentos con dificultad de pronunciación, se levantó de su sitio, dio vueltas por el plató, se sentó en la mesa y hasta besó a André Malby que, junto con el resto de los tertulianos, intentaba continuar su coloquio como si aquello no estuviera pasando. Los balbuceos de Arrabal pronunciando las célebres frases «nosotros somos anarquistas divinos», «dejad hablar a la minoría silenciosa» o «el milenarismo va a llegar» han quedado asociados este incidente, que quedó marcado en la historia mediática de España.

Dos meses después, el 28 de diciembre de 1989, Fernando Arrabal vuelve a ser invitado a «La Noche: El Mundo por Montera» en su capítulo «1989 (los Santos Inocentes)», donde vuelve a coincidir con tres testigos de aquella divertida noche: Fernando Sánchez Dragó, André Malby y Antonio López Campillo. En el inicio del programa, el presentador da la bienvenida a Arrabal y recuerdan brevemente el suceso, entre risas.

No sería hasta 26 años después, el 10 de marzo de 2015 en el programa de Alaska y Segura, que los dos Fernandos volverían a encontrarse en un plató, en el que, tras darse un gran abrazo, rememorarían en el evento y darían más detalles sobre lo ocurrido aquella noche. Fernando Arrabal explica: «Pido un vaso de agua y me dan un vaso así de grande. Comienzo a beberlo e inmediatamente me doy cuenta de que no es agua, que es algo tremendo, que es Chinchón. Pero tengo tanta sed que ¡bam! me lo bebo entero». Fernando Sánchez Dragó sostiene que nunca se lo ha pasado tan bien en un programa de televisión y que «es el mejor programa de la historia de la televisión mundial porque en él sucedía algo tan normal como que un amigo se emborrache en tu casa». Sánchez Dragó desmiente que le dieran un vaso de agua, mucho menos uno de Chinchón, y señala que nunca nadie en el programa averiguó cómo se hizo Arrabal con una copa de Chinchón, o con dos. Añade: «Yo lo único que hice fue pedir que le quitarán el sonido, pero daba igual porque se colaba por el micrófono de las demás personas».

Sánchez Dragó comenta que, si él tuviera el copyright de aquel programa, ahora mismo sería inmensamente rico y que tiene remordimientos de conciencia por haber propiciado aquello porque Arrabal, que es uno de los escritores más importantes en lengua española, a partir de ese momento se convirtió para muchísima gente en «el que se emborrachó en el programa de Dragó». Concluye el relato explicando lo que sucedió una vez que se apagaron las cámaras. Explica que Arrabal se desmayó con los ojos en blanco, dándole vueltas, y hubo que llevarle al hospital. A la mañana siguiente, el Director de informativos TVE llamó a Dragó muy enfadado para prohibirle que Arrabal volviera a salir en sus programas, ante lo cual el presentador le dijo que, entonces, presentaría su dimisión y la de todo su equipo. Finalmente pactaron que no volviera durante un mes. En su reaparición, en el programa «1989 (los Santos Inocentes)» citado anteriormente, comenta Dragó que, cuando estaban ya todos sentados en sus sillas, Campillo le sacó a Arrabal del bolsillo de la chaqueta una copa panzuda de Chinchón que, de nuevo, nadie sabía de dónde la había sacado.

Al margen de este divertido incidente, que se convirtió en un señalado episodio de la historia televisiva española, la tertulia sobre el Apocalipsis, el Kaliyuga y las profecías apocalípticas que vertebra el programa tiene intervenciones excelsas, gracias a los tertulianos de primer nivel, y es toda una delicia de escuchar.